sábado, 6 de diciembre de 2008

¿Dónde está la llave?



Ayer por la tarde, cerca de las 8, una explosión derrumbó toda la planta de un edificio de la calle Mayor.

Yo estaba en la librería Diógenes cuando oí las sirenas de los coches de policía que entrando por la plaza de Cervantes corrían a toda velocidad por esa calle peatonal llena de gente a esas horas. Yendo de camino a la plaza de los Santos Niños, me aparté para dejar pasar a dos camiones de bomberos que se dirigían en el mismo sentido, luego una ambulancia, luego otro coche de la policía. La gente se iba acercando. La policía acordonó la zona y pedía a la gente que se apartara.

Salí de allí por la calle Nueva y por San Felipe Neri llegé al extremo de la calle Mayor, junto a la plaza de los Santos Niños. Preguntando a la gente me enteré que se había derrumbado una casa frente al bar Nino, justo encima de un kiosko de la Once y de una tienda de jabones e inciensos.

Y allí estuvimos, curiosos y estupefactos, contemplando como un camión de bomberos intentaba entrar por este extremo de la calle Mayor pero los bolardos abatibles se lo impedían. ¿Dónde está la llave? se preguntaban. Cuando, con una maza, un bombero empezó a golpear uno de ellos para echarlo abajo los curiosos rompimos en aplausos. Luego, con la ayuda de una sierra eléctrica y la maza consiguieron abrirse paso tirando tres de ellos. Los aplausos fueron esta vez mayores.
Esta mañana, leyendo los periódicos me he enterado que hubo cinco heridos, cuatro transeuntes y una anciana señora que vivía en el edificio. A ésta la consiguieron rescatar de entre los escombros a las 11 de la noche. Y tres flamantes nuevos bolardos remplazaban a los destrozados ayer. ¿Habrán repartido la llave esta vez?