Como respuesta a la urbanizacización ilegal de la Isla del Colegio, y a la instalación por segundo año consecutivo del recinto ferial en esta falsa isla del rio Henares, los árboles han empezado su campaña de movilización ocupando edificios públicos abandonados. Una acción silenciosa y constante que empieza a ser visible para cualquier persona que se fije un poco.
Un ejemplo es esta pequeña acacia que crece en el tejado del antiguo Cuartel de Lepanto, muy cerca de la plaza de Cervantes.
A pesar de la voces críticas que se oyeron bien alto en todo el Corredor del Henares, el ayuntamiento se empeñó es seguir adelante la construcción de la primera etapa de lo iba a ser un gran parque periurbano (así lo llamaron). Hizo puentes en el caz, colocó farolas, tomas electricas y cementó bastantes metros cuadrados.
En mayo el proyecto municipal fue declarado nulo por Tribunal Superior de Justicia por su impacto a un espacio natural, subrayando la sentencia tres aspectos del proyecto: su fragmentación indebida, por afectar a un espacio de la Red Europea 2000 como es el río Henares, y por no haber sido sometido a una evaluación de impacto ambiental.
El ayuntamiento no mueve ficha y mietras tanto los árboles se rebelan inocentemente. ¿Sabrá el arbolillo que el cuartel desde el que se asoma se convertirá, si la crisis no lo impide, en un precioso centro comercial, residencia de estudiantes, auditorio, biblioteca central...?
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